miércoles, 22 de julio de 2015

Mi reflexión digital

Un investigador es quien lleva adelante un proyecto investigativo buscando siempre la orientación hacia el esclarecimiento de un objetivo. Se basan en dos tipos de investigación: La primera es la investigación científica, aquella que tiene como pilar fundamental las ciencias naturales y tecnológicas. La segunda, orientada a las ciencias humanísticas, se le conoce como investigación social.


Día a día, cada persona debe fortalecer su “Espíritu Investigador”, es decir, nadie nace aprendido ni mucho menos diciéndolo de forma coloquial “se las sabe todas”. Esto se logra extendiendo su campo de investigación a diversas áreas. El investigador no puede caer en el error de aparentar más de lo que conoce, esto alimentara su “Ego” de manera negativa.
Un buen investigador siempre indagara la forma de romper nuevos paradigmas, así superara la “Ceguera Paradigmática” descubriendo nuevos escenarios a su alrededor sin centrarse en uno solo. A través de ello, deja a un lado la “Noosfera” o lo conocido, para crear nuevas estructuras de conocimiento basándose en la búsqueda de hallazgos.
Para realizar una buena investigación, se debe cumplir con un principio como lo es la “Alteridad”, la cual en pocas palabras es  el principio filosófico de "alternar" o cambiar la propia perspectiva por la del "otro", considerando y teniendo en cuenta el punto de vista.
Una limitante para los nuevos investigadores es la aplicación del “Imprinting” o imposición de paradigmas. Existen familias que imponen el desenvolvimiento de sus descendientes, creando una restricción entre el querer ser y el estar. Cada persona es libre de decidir el camino a tomar y el tipo de investigador que desea ser.


No hay comentarios:

Publicar un comentario